Se han publicado los datos provisionales del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social sobre accidentes laborales en España en 2018, y como no podía ser de otra manera, los medios de izquierdas, aprovechando un ligero repunte en la mortalidad se han volcado para criticar las condiciones laborales.
Titulares como “652 trabajadores murieron en accidentes laborales este 2018, la cifra más alta en los últimos 7 años” son prueba de ello.
Para comprender los datos hay que diferenciar –como así hace el informe- entre dos tipos de accidentes laborales; los que se producen durante la jornada laboral y los que se producen al ir o volver del trabajo (in itinere).
La realidad es que en 2018 ha habido 506 fallecidos en accidentes durante la jornada laboral, 10 muertos más que en 2017. Al tomar esta cifra ya no estamos ante la más alta en “7 años” pues hace 3 años, en 2015 hubo 515.
Pero el número absoluto de fallecidos es una cifra engañosa y sesgada, lo importante, lo que permite comparar la evolución, es la tasa por cada 100.000 trabajadores.
La tasa de accidentes mortales durante la jornada laboral por cada 100.000 trabajadores en 2018 (provisional eso sí) fue de 3,24. La más baja desde 1988 y cuatro décimas menos que en 2017.
Esta evolución queda más clara en el gráfico inferior:
Podemos ir un paso más allá para comprobar la realidad sobre la seguridad en el trabajo y ver cuántos son realmente accidentes, porque la gente tiene la mala costumbre de morirse en cualquier momento por causas naturales y si coincide que está trabajando pasa a las listas de accidente laboral.
Una vez suprimidos los fallecidos por causas naturales durante la jornada laboral (215 en 2018), tenemos que fallecieron por accidente laboral durante la jornada de trabajo 291 personas. Eso haría bajar la tasa de 3,24 a 1,86 accidentes mortales por cada 100.000 trabajadores. Menos de 2 muertos por cada 100.000 trabajadores.
En cuanto al incremento de muertes descontando los fallecidos por causas naturales, en 2018 hay 15 más que en 2017 La tasa se calcula sobre la media anual de afiliados que en 2018 fue de 15.635.805 trabajadores. Esos 15 trabajadores son el 0,000096% sobre el total de afiliados.
Sin duda, cualquier muerte es una tragedia y ojalá no hubiera ninguna, pero existe algo llamado Tasa de Inevitabilidad y si menos de 2 fallecidos por cada 100.000 no es la Tasa de Inevitabilidad, debemos estar muy cerca.
Accidentes siempre se producirán, pero con los datos actuales podemos estar razonablemente satisfechos. Ha habido un 13,9% menos de muertes por quedar atrapado o ser aplastado. Un 13,1% menos por caídas. Un 4,2% menos por “otras causas” y solo dos repuntes, ambos causados por haber un muerto más que el año anterior, choques o golpes contra objetos en movimiento (4.5% más) y ahogamientos (10% más) un 10% puede parecer mucho incremento, pero se ha pasado de 10 muertos en 2017 a 11 en 2018.
Vistos los datos podríamos concluir que las actuales medidas de prevención de riesgos laborales están dando sus frutos. Hay otro tipo de accidentes que sí ha sufrido un repunte considerable 41,3% más (33 muertos más que en 2017), los fallecidos en accidente de tráfico durante su jornada laboral, habría que ver cada caso con detalle para saber si una mejor prevención de riesgos podría haber evitado alguna de esas muertes.
Y como ahora todo tiene que ir con el correspondiente informe de “impacto de género” veamos qué sucede cuando desagregamos los datos por sexo (y edad).
En 2018 Fallecieron durante la jornada laboral veinte veces más hombres que mujeres (482 hombres y 24 mujeres).
Si contabilizamos el total de accidentes, no solo los mortales, los hombres sufrieron en 2018 más del doble de accidentes que ellas (369.917 frente a 151.120).
Sin embargo, y aquí introduzco por primera vez los datos de accidentes “in itinere”. Las mujeres sufrieron más accidentes durante los trayectos al trabajo, 44.990 casos, frente a los 37.289 hombres. Si bien ellas tienen más accidentes, estos son más leves. “in itinere” fallecieron 26 mujeres frente a los 120 hombres y en accidentes graves, ellas tuvieron 374 bajas frente a las 648 de los hombres.
En 2018, la comunidad con mayor número de fallecidos en accidentes de trabajo durante su jornada laboral fue Andalucía con 78 fallecidos. El Instituto Andaluz de Prevención de Riesgos Laborales en 2018 tenía asignados en su presupuesto 6.243.160€.
En el mismo periodo, en la misma comunidad autónoma, hubo 12 asesinadas por violencia “de género”, el Instituto Andaluz de la Mujer manejó un presupuesto de 41.999.796€. 6,5 veces menos muertes, 6,72 veces más más presupuesto.
Siendo Andalucía la segunda comunidad autónoma con más accidentes laborales en 2018 (102.421 incluyendo leves, graves y mortales, tanto durante la jornada laboral como en el trayecto) el nuevo gobierno haría bien en actualizar las prioridades y centrarse en ayudar a los ciudadanos y no en regar de subvenciones a grupos organizados.